martes, noviembre 29, 2005

El Salvador

Pase junto a Don Chava cuando llegue a la oficina. En su cara se veia la procupación de saber un destino pero no sabia a quien preguntar.
No era fácil ignoralo, sus zapatos completamente desechos, un sombrero roido por el infinito paso del tiempo, la mirada perdida, todos las arrugas de su cara, la mugre y la tierra acumulada en su ropa, pedian a gritos que alguien lo mirara.
Me acerque poco a poco, como no queriendo, pero fiel a mi instinto de busqueda me encontre con una historia. Don Chava, de 75 años esta viudo. Buscaba a alguien que le pudiera dar informes sobre su libertad condicional. Me contó con los pocos dientes en su boca y con la ancianidad a cuestas que hacia solo un mes lo habian dejado salir de la cárcel.
En una bolsa de plástico casi desgarrada, junto a frascos viejos de medicina portaba los papeles de su liberación reciente y algunos detalles de su caso. Tuve que leerlos para poder ayudarlo.
Según las hojas tamaño oficio en donde se mencionaba su nombre varias veces, habia estado preso en el Cereso, por haber traido una pistola sin permiso para portarla. Según el documento tenía que preentarse a firmar cada mes so pena de regresar al encierro.
Don Chava se sento en la banqueta y me dijo que lo habian encerrado hacia cuatro meses en el Cereso, dice que el nunca supo porque ya que no sabia de esa pistola que le enjaretaban, no sabia leer, ni escribir y mucho menos de cuestiones judiciales.
Recordo que un día llegaron dos muchachos que se decian policias y que se lo llevaron, sin decirle nada, sin preguntarle nada mas que su nombre, cuando acordo ya lo tenian encerrado.
Me confeso que en la carcel, "los muchachos" le hicieron muchas maldades y el solo queria ir a firmar el papel para no regresar a "ese infierno", la cantidad de "travesuras" que le hicieron no pudo ni pronunciarlas, sus ojos se inundaron de gruesas lagrimas y me suplico que lo ayudará, que no queria regresar a ese horrible encierro de donde habia salido hacia solo unas semanas.
Me contó que no tenia dinero ni para comer pues unos "muchachos" le habian quitado su dinero en el camión, no tenia familia, pues su esposa Clarita habia fallecido hacia 20 años dejandolo sólo, nunca pudo tener hijos y siempre se habia dedicado al campo.
Ahora sin dinero y sin trabajo, solo y viejo vendia tierra para limpiar los trastes afuera de un mercado, comia de la caridad de una señora que le regalaba "gorditas" y un señor le hacia un espacio en donde dormian sus animales para que el descanzará, me confesó entonces, que queria morirse, pues desde su vistión ya no tenia para que vivir.
Con lagrimas yo en los ojos le di mi angel de la guarda, una estampita que llevo conmigo desde niña y le dije que Dios lo iba a cuidar, que regresara a su casa. Le di el dinero que traia, que no era mucho y le di toda mi bendición, Don Chava me agradecio la ayuda prestada y me dijo que nunca me olvidaria, paso a pasito lo vi alejarse sin evitar sentir un nudo en mi garganta.