...La Muerte duerme a mi lado

Ella esta ahí silenciosa a mi lado. Acurrucada entre las cobijas es una intrusa entre mi amante y yo. La veo que esta agazapada, guardada, desfigurada, oculta entre las suaves sábanas de algodón que la luna alumbra. Esta esperando el momento justo de llevarme, pero la modorra de la madrugada ha hecho que se duerma. Finalmente ha caído exhausta sobre mi cama, yo la veo a pesar de que ella trata de ocultarse para descanzar y pegar la pestaña. Yo la veo, cansada, agotada, llena de canas y de arrugas, con sus dos ojos de pasita ocultos entre las penumbras. Yo la veo, con las manos juntas a medio pecho, descanzando de llevarse tantos muertos en la noche. No quiero hacer ruido, ella esta a mi lado, apenas respiró para no moverla, esta tan plácidamente dormida que no me atrevo a despertarla.

La madruga empieza a morir con el día y poco a poco la luz del sol inunda mi vida, mi cama, a mi amante y las cobijas. Poco a poco el tic tac del reloj sede ante los ruidos cotidianos y ella, La Muerte empieza a disolverse. Se ha quedado dormida, extasiada pérdida entre los brazos de Orfeo, y sin saberlo ella ya ha desaparecido, con las primeras horas de la mañana. ...